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Mustad 1832-2017

Desde clavos para herraduras hasta clips

A comienzos del siglo XIX, el escenario industrial en Noruega estaba extremadamente fragmentado. El país carecía de la infraestructura necesaria para permitir la especialización de los productos.

La mayoría de las provisiones eran difíciles de obtener, así que de ser posible, debían ser producidas localmente. Ese entorno favoreció el desarrollo de empresas que abastecieran de todo a las comunidades locales, desde comida y ropa, hasta herramientas, educación e incluso servicios médicos. Fue en ese mundo preindustrial, en el pequeño pueblo de Gjövik, donde de 1832 a 1860, Mustad creció para convertirse en uno de los principales proveedores noruegos de pequeños productos metálicos tales como cable para alambrado, clavos, alfileres, clavos para herraduras, clavos para barcos, clips, tachuelas y una serie casi interminable de otros productos hechos de alambre. El crecimiento y la supervivencia comercial dependían de la integración tanto vertical como horizontal.

Employees in an old factory of Mustad

Rápido crecimiento a través de la innovación mecánica

En la segunda mitad del siglo pasado Mustad desarrolló maquinaria avanzada para la producción automática de clavos para herradura. Este avance tecnológico le dio una verdadera ventaja competitiva a la compañía, lo que permitió una rápida expansión comercial, sobre todo por medio de exportaciones a varios países europeos. Casi al mismo tiempo, el negocio de anzuelos de la compañía creció sustancialmente gracias al desarrollo de nueva maquinaria de producción, creada por ingenieros contratados de las mejores fábricas inglesas de anzuelos, junto con los especialistas propios de Mustad. El avance tecnológico obtenido fue tal, que Mustad pronto se volvió competitivo a escala europea también en ese mercado.

Hans Mustad, employeesof Mustad in 1908

El valor y la visión de Hans Mustad transforma la compañía

Sin embargo, en la década de 1880, las restricciones comerciales en Noruega fueron un gran obstáculo para la expansión de la compañía más allá de su sede, pero fundamentalmente gracias al valor y la visión de Hans Mustad, de la tercera generación de propietarios, la compañía se encaminó firmemente hacia la internacionalización.
Desde comienzos de la década de 1890 hasta la década de 1920, él y sus hijos adquirieron más de 300 empresas de la competencia a lo largo de Europa. Se construyeron instalaciones de Mustad prefabricadas y modernas en cada mercado importante. Para mediados de la década de 1920, el grupo Mustad lideraba el mercado europeo de clavos para herradura, con 8,000 personas fabricando clavos en máquinas automáticas, en 13 diferentes países. Al mismo tiempo, el negocio de los anzuelos florecía a una escala mundial, añadiendo nuevos modelos casi a diario y conquistando nuevos mercados casi cada mes. La fuerza de ventas de los anzuelos Mustad viajó a través de los cinco continentes, hasta los rincones más remotos del mundo. Los únicos vendedores que encontraban en el Amazonas, en el río Congo, en China o en Tasmania, además de ellos, eran colegas de Primus vendiendo estufas de queroseno, o de Singer, vendiendo máquinas de coser. En su apogeo, el portafolio de productos Mustad contenía más de 105,000 diferentes tipos y tamaños de anzuelos, para satisfacer incluso al cliente más exigente.

Mustadfors 1930

Estructura de la compañía que ha resistido la prueba del tiempo

Durante los primeros años de expansión, el grupo definió su estructura básica, la cual ha permanecido casi intacta hasta hoy: marcas únicas manejadas por fuertes y emprendedores gerentes, en los negocios del día a día.

Todos los productos se pueden producir a una escala económica óptima en una unidad muy pequeña; todos los productos o fábricas sirven a un mercado pequeño específico, con el objetivo de convertirse en líderes de su sector a través de productos y servicios de alta calidad. Y sobre todo, nuestros productos deben tener un ciclo de vida muy largo; deben servir a un pequeño grupo de clientes estables que busquen relaciones a largo plazo con sus proveedores. Esos son los clientes que representan el valor más alto en calidad, confiabilidad y servicio - son nuestro pasado, presente y futuro.

Muchos errores y muchos éxitos

Entre las dos guerras mundiales y hasta el día de hoy, el grupo ha continuamente desarrollado o comprado nuevos productos, eliminado otros, tratando siempre de estar a la vanguardia. Después de muchos errores y muchos éxitos, Mustad aún conserva la misma estructura básica, una que ha demostrado su valor, sobreviviendo a todas las principales crisis económicas en tiempos de guerra y de paz. Incluso después de la Segunda Guerra Mundial, cuando la compañía perdió todas sus fábricas detrás de la cortina de hierro (cerca de dos tercios de sus actividades y de sus 8,000 empleados), su estructura descentralizada e independiente permitió que el resto de la organización sobreviviera y creciera.

¡Triunfos y todo aquello que nos ha hecho reír o llorar!

Los principales inventos tecnológicos que han moldeado el éxito del grupo, han sido todos en el campo de la metalmecánica.
Más precisamente en pequeñas piezas de metal y en particular, en artículos hechos de acero, cable, clavos para herradura, anzuelos, tornillos, horquillas, agujas, tachuelas, clavos para barcos, herramientas para cardar, clavos de construcción, sujetapapeles, alfileres, sujetadores, clavos de fundición, clavos de alineación para minas de carbón, clavos separadores y muchos, muchos otros. La creatividad, la comprensión hacia el cliente y una actitud enfocada a la innovación, siempre han sido parte de nuestro ADN.

Otras innovaciones

Otras innovaciones, algunas de ellas casi terminaron en desastre, pero aun así, desarrolladas por los mismos ingenieros de Mustad, fueron las cremalleras, que alguna vez fueron un producto muy importante de la compañía, así como los cerradores hidráulicos de puertas, canaletas y tornillos. Más sorprendentes tal vez, fueron las motonetas, podadoras, rociadores automáticos de arena, sal y fertilizante, y calentadores eléctricos de lecho fluidizado para inodoros. Otros productos más exitosos fueron las estufas de leña (fabricados por la compañía por más de 75 años), sartenes, waffleras, martillos, hachas y otros enseres domésticos.

Mustad Margerin factory

Margarina Mustad

Otro producto que fue igual de importante en la historia de la empresa, fue la margarina. Inventada de manera simultánea y completamente independiente por el señor Pellerin a finales del siglo anterior.
Este producto fue vendido por última vez en 1996 por nuestra compañía hermana, Mustad Industrier de Oslo, Noruega, después de ser una importante división del grupo por casi un siglo.

Clarin Mustad

De la lista de productos curiosos, nos enorgullece presentar una pequeña sección de productos prácticos inventados por Clarin Mustad, el propietario de la cuarta generación con sus cuatro hermanos. Él era un ingeniero y el cerebro detrás del desarrollo de máquinas de clavos para herradura, máquinas de anzuelos (junto con el que fue quizá el inventor más brillante de todos: Makus Topp), y máquinas de tornillos. ¡Pero eso no es todo!
Siendo un hombre que valoraba su comodidad personal, Clarin Mustad creó un asiento para inodoro con calefacción eléctrica en 1915, seguido del aun más “importante” ventilador extractor de aire incorporado a la taza del inodoro bajo el asiento. Los esquís acuáticos equipados con bastones para caminar en los fiordos, fueron otra de sus ideas. Estos eran largos pontones flotantes con patines ajustables que se levantaban cuando el esquí se deslizaba hacia el frente y descendían para “aferrarse” al agua al retroceder. Los bastones tenían forma de campana en la base, con una cámara flotante y un aro perforado debajo. Sus hijos caminaban con frecuencia en esos esquís un total de más de 5 km, alrededor de la isla que había frente a su hogar. Y siendo renuente a desperdiciar productos en buen estado, Clarin Mustad también desarrolló una máquina afiladora semiautomática para hojas de afeitar (algo en lo que probablemente gastó el equivalente a 50 años de hojas desechables).

El famoso Mustad de 6 ruedas

Entre los inventos más apreciados de Clarin Mustad, estaban los automóviles, de los cuales desarrolló varios.
Quizá el auto más impresionante que desarrolló fue el vehículo de 3.4 toneladas y 6 ruedas, de los cuales se fabricaron dos unidades entre 1917 y 1919. El auto tenía una carrocería para verano totalmente convertible y una invernal en la que el conductor se sentaba afuera y los pasajeros adentro, en un amplio espacio que incluía ventanas con cortinas, lámparas y una hermosa tapicería. El vehículo tenía un eje doble atrás y uno individual al frente. El primer eje trasero giraba junto con las ruedas del frente, mientras que el segundo era fijo. La idea de las seis ruedas era que ese sistema redujera el desgaste de los neumáticos y del camino, los cuales eran de muy baja calidad en aquella época. Para estabilizar ese monstruo a través de baches y giros, el auto tuvo las primeras barras de torsión con amortiguadores estabilizadores de resorte.

Mustad motors and cars

La primera versión

La primera versión del motor del vehículo fue diseñada y patentada por el mismo Clarin Mustad. Era un motor sin válvulas, de 4 cilindros y 4 tiempos, a gasolina, de unos 80 caballos de fuerza. Las válvulas fueron reemplazadas por 2 pestañas que rodeaban media circunferencia del cilindro, una ascendía cuando la otra descendía, y tenían hoyos a los costados para la ventilación. La patente fue vendida y el famoso auto francés Clayette, estuvo equipado con ese motor por muchos años. Finalmente resultó ser relativamente ineficiente debido al rápido desgaste de las pestañas interconectadas y finalmente quedó en el olvido junto a varias ideas fallidas.

¡Un faro central para mejorar la visión al virar!

El auto también contaba con un faro central que giraba junto con el volante para mejorar la visión en las curvas (una idea que fue “copiada” posteriormente en el Citroen SM de 1960)
Además, cuando una rueda se averiaba, el conductor se detenía, presionaba un botón y la rueda en cuestión era alzada automáticamente. Para volver a inflar la rueda, se retiraba una de las bujías y se reemplazaba con un conector especial de válvula, para que la compresión del motor inflara la rueda. Estas son sólo algunas de las más de 20 innovaciones incorporadas al extraordinario automóvil. Como el auto no podía exceder los 80 kilómetros por hora, y Clarin Mustad quería ir más rápido, algunos años después construyó un motor de seis cilindros y 120 caballos de fuerza, el cual tenía una velocidad máxima de más de 120 kilómetros por hora cuesta abajo. Clarin notó que el auto era más rápido en días lluviosos y concluyó correctamente que la combustión mejoraba con la humedad (el auto funcionaba con combustible de muy bajo octanaje, alrededor de unos 60 octanos). Así que concibió un humidificador de aire para el carburador, que consistía de un pequeño tanque de agua con una mecha normal de lámpara de queroseno, que corría a lo largo de la entrada de aire. Logró correr a más de 120 kilómetros por hora incluso en días soleados.

Los primeros viajeros de “aventón” en Noruega

El auto era muy adecuado para su numerosa familia, tenía 11 asientos. Un efecto secundario de esa característica, fue la aparición de los primeros viajeros de “aventón” de Noruega. Cada mañana, mientras el señor Mustad recorría los 15 kilómetros desde su residencia hasta la oficina, encontraba un grupo de nueve personas sentadas al pie de una colina, esperando a que los llevara a Oslo en su amplio y cómodo auto. Él jamás se negaba, así que tenían el mejor transporte de la ciudad y sin costo. Con frecuencia, el señor Mustad les decía que no deberían depender de él para transportarse, ya que si algún día se enfermaba, ellos cometerían el imperdonable pecado de llegar tarde al trabajo. Pero ellos respondían invariablemente que no se preocupaban, porque el señor Mustad, siendo tan considerado, seguramente enviaría a su conductor para que los llevara a Oslo.
Esta situación le molestó a tal extremo que desarrolló un auto completamente nuevo sólo para darles una lección. El auto que fue conocido como el “Egoísta”, tenía sólo un asiento y la palanca de velocidades quedaba entre las piernas, con un pequeño espacio detrás del asiento, que era apenas suficiente para guardar un portafolios delgado. Una mañana, hizo que su conductor llevara a su esposa, a todos sus hijos, a sus niñeras y a otros varios familiares hasta el pie de la infame colina, en donde se ocultaron tras unos arbustos. Precisamente a la misma hora de siempre, el señor Mustad apareció conduciendo su maravilloso invento nuevo. Saludó con la mano educadamente a los viajeros de “aventón”, que a partir de ese día viajaron en transporte público a la ciudad.

Mustad Friesland in Drachten

Mustad Hoofcare hoy en día

Hoy en día, Mustad Hoofcare opera en 16 países con 11 fábricas. La producción principal incluye: clavos para herraduras, herraduras, escofinas y herramientas para herradores, así como herraduras terapéuticas para caballos. En este campo, Mustad tiene actividad en casi 100 países de todo el mundo, ofreciendo algunos de los productos de más alta calidad en el mercado, como lo hemos hecho por más de 185 años. ¡Descubre todo esto y más en nuestro sitio web!

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